POR: Danitza Ortiz Viveros, Seremi de Gobierno Región de Los Lagos
Este 11 de abril, luego una semana compleja para Chile, podemos celebrar junto a la clase trabajadora. Se aprobó tras 6 años de espera la “ley de las 40 horas”, una ley que debemos leer no sólo desde lo técnico: que supone esta reducción gradual de las horas laborales, sino que, además, desde la relevancia que tiene para el bienestar personal el hecho de que las y los trabajadores dispongan de más y mejor tiempo para sus familias. Dicho de otra forma, el espíritu de la ley de reducción de la jornada laboral es, sin lugar a dudas, pro familia y pro dignidad.
Junto a esto es importante precisar que esta ley permite una reforma integral al código del trabajo y que va en beneficio de más de 4 millones de personas, así también compromete para su correcta ejecución, el apoyo a través de la fiscalización permanente de la Dirección del Trabajo y de las capacitaciones del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo.
Frente a este triunfo de la clase trabajadora, no podemos dejar de enfatizar que este resultado es un reflejo de cómo se puede beneficiar a una mayoría si el mundo político es capaz de ponerse de acuerdo y apostar por el bien común. Hoy con toda certeza podemos decir que desde el gobierno del Presidente Gabriel Boric estamos poniendo urgencia a dar soluciones a las necesidades más sentidas de las personas.