El Presidente Gabriel Boric solicitó este lunes la renuncia de la ministra de Bienes Nacionales, Marcela Sandoval, luego de la controversia generada por el fallido intento de compra de la casa del expresidente Salvador Allende, un proyecto que había generado fuertes críticas políticas.
En un comunicado oficial, la Presidencia de la República detalló que el Presidente agradeció el trabajo de la ministra, pero que tras una evaluación política, se tomó la decisión de pedir su salida del cargo. En su lugar, el subsecretario de Bienes Nacionales, Sebastián Vergara Tapia, asumirá como ministro subrogante, cargo que ocupará de manera temporal mientras se define la permanencia de la cartera.
La ministra vocera de Gobierno, Aisén Etcheverry, comentó que el Presidente Boric había realizado una evaluación constante sobre las acciones del Gobierno, y que en este caso, tras la polémica, se optó por realizar la reestructuración. Según Etcheverry, la salida de Sandoval se comunicó de manera transparente, y destacó que el proceso de evaluación y la decisión fueron tomados con base en los procedimientos establecidos.
Marcela Sandoval había asumido la cartera de Bienes Nacionales en agosto de 2023, tras un reajuste ministerial, reemplazando a Javiera Toro, quien pasó a liderar el Ministerio de Desarrollo Social y Familia. Sin embargo, el desempeño de la ministra fue fuertemente cuestionado luego del escándalo por la compra fallida de la casa de Allende.
El Gobierno había intentado adquirir la propiedad con la intención de convertirla en un museo para preservar la memoria histórica del exmandatario. No obstante, la controversia surgió al revelarse que una de las copropietarias del inmueble es la ministra de Defensa, Maya Fernández, quien es nieta de Salvador Allende, lo que generó preocupaciones sobre un posible conflicto de interés. Ante esto, la ley que prohíbe a los ministros celebrar contratos con el Estado impidió que se concretara la compra.
El Presidente Boric, al ser consultado sobre la situación, reafirmó su compromiso con el respeto a las leyes y las instituciones del país, asegurando que en ningún caso se permitió que se realizara alguna operación que pudiera comprometer la transparencia del Gobierno. Con la salida de Sandoval, el Ejecutivo busca superar la polémica y continuar con su agenda de trabajo sin desviar la atención hacia posibles irregularidades.