El texto, que introducirá el borrador de nueva Constitución, sostiene que el pueblo de Chile está «conformado por diversas naciones», y que la nueva carta magna fue «acordada en un proceso participativo, paritario y democrático».
Este jueves el pleno de la Convención se reunió, en una de sus últimas sesiones, para deliberar y votar el preámbulo que tendrá el borrador de nueva Constitución.
En la instancia se aprobó solamente uno de los cuatro párrafos que redactó la comisión de Preámbulo, por lo que integrará definitivamente el proyecto que la ciudadanía deberá votar en septiembre.
Así, el primer párrafo –que consiguió 107 votos a favor, 31 en contra y 6 abstenciones–, indica que «nosotras y nosotros, el pueblo de Chile, conformado por diversas naciones, nos otorgamos libremente esta Constitución, acordada en un proceso participativo, paritario y democrático«.
Uno de los párrafos rechazados, y que no convenció a los convencionales, hacía alusión al estallido social y mencionaba a «la fuerza de la juventud«, mientras que el otro refería a la construcción de «una sociedad justa, consciente de su relación indisoluble con la naturaleza amenazada por la crisis climática, que promueva una cultura de paz y diálogo, con un compromiso profundo por los derechos humanos, la justicia, la igualdad y la libertad«.
También se rechazó una última frase, que sostenía que «de esta manera, en ejercicio del poder constituyente, adoptamos la siguiente Constitución Política de la República de Chile«.
El debate del «estallido social» y la «fuerza de la juventud»
Cabe señalar que el párrafo que hacía alusión al estallido social fue el que desató más opiniones y críticas en la sesión plenaria. Sin embargo, este fue finalmente rechazado con 77 votos a favor, 46 en contra y 23 abstenciones.
Este indicaba que «considerando los dolores del pasado y tras un estallido social, enfrentamos las injusticias y demandas históricas con la fuerza de la juventud, para asumir esta vía institucional a través de una Convención Constitucional ampliamente representativa«.
El convencional Bernardo de la Maza (Ind. RN – Evópoli), por su lado, criticó que «en el párrafo se da a entender que la nueva Constitución nace del estallido y, agrega, ‘con la fuerza de la juventud’. En este proceso participaron personas de todas las edades, no solo de la juventud (…) y el estallido social sin duda fue clave para la decisión de redactar una nueva Constitución, pero no fue el único detonante, seamos claros«.
En la misma línea, Ricardo Neumann (Ind. cupo UDI) sostuvo que «este preámbulo está cerrando la constituyente con los mismos problemas con los que empezó: se valida la violencia del estallido social tal como en su momento al inicio del proceso (…) y está premiado de un espíritu refundacional y autocomplaciente muy lejano a lo que los chilenos y chilenas esperaban de este proceso. Este es un preámbulo que nos divide».
Desde el otro lado, no obstante, Lisette Vergara (Coordinadora Plurinacional) defendió que «nadie puede negar que el estallido social es lo que nos tiene acá, en este proceso constitucional, escribiendo esta nueva Constitución. No fue la voluntad de los partidos políticos, que hartos años estuvieron en los cargos de poder y siempre se negaron a la escritura o a la redacción de una nueva Constitución (…) fue por medio de la presión social«.
Asimismo, Jorge Baradit (Frente Amplio) declaró que este párrafo «quizás el más cuestionado, establece el necesario contexto que explica el momento de profundas reivindicaciones en que se realizó este proceso. Una de las indudables características de esta nueva Constitución radica en que visibiliza una enorme cantidad de grupos históricamente invisibilizados. No glorifica el estallido social, como se ha querido instalar, solo establece el momento y el nombre bajo el cual se le conoce transversalmente a ese instante«.
Además de dicho párrafo, se rechazó otro que señalaba que: «En este contexto, hemos decidido mirar hacia el futuro con esperanza y cambiar nuestro destino sin importar el origen, la condición o las creencias de cada cual, para construir una sociedad justa, consciente de su relación indisoluble con la naturaleza amenazada por la crisis climática, que promueva una cultura de paz y diálogo, con un compromiso profundo por los derechos humanos, la justicia, la igualdad y la libertad«.
Lee el preámbulo aprobado a continuación:
Nosotras y nosotros, el pueblo de Chile, conformado por diversas naciones, nos otorgamos libremente esta Constitución, acordada en un proceso participativo, paritario y democrático.