María Teresa Cárcamo, quién trabajó por espacio de 33 años en nuestro centro asistencial, es destacada por el Servicio de Salud Reloncavi, a través de la siguiente nota en las redes sociales de esa repartición.
Después de 33 años de trabajo en el Hospital de Fresia, María Teresa Cárcamo Blas, jubiló en febrero llena de reconocimiento y agradecimiento por parte del equipo del establecimiento. Ingresó como auxiliar de servicio, para luego trabajar en lavandería, bodega y como estafeta, “incluso ayudaba a los pacientes, yendo a comprar los útiles de aseo cuando lo necesitaban”, comenta.
Su conocimiento de todas las áreas del Hospital la convirtieron en un referente a la hora de acoger y enseñar a quienes se incorporaban a trabajar, lo que fue resaltado en la ceremonia de Aniversario 43° del Servicio de Salud Del Reloncaví, donde se le reconoció como “Funcionaria Destacada”.
“Yo también adornaba el Hospital para el 18, para Navidad, para el 3 de octubre (Día del Hospital)- cuenta- y cuando llegué me metí a Bienestar, entonces cuando un colega se enfermaba, yo altiro iba a recolectar dinero, y se lo iba a dejar cuando estaba hospitalizado”, recuerda.
Además, fue ella quien tomó la iniciativa de realizar un altar para los funcionarios fallecidos; “esa es su última morada”.
Esa preocupación por los demás fue retribuida cuando ella más lo necesitó: tras la muerte de uno de sus dos hijos, el equipo del Hospital de Fresia la ayudó a recaudar el dinero necesario para hacer el traslado desde Santiago y así sepultarlo en la comuna. “Con esta actitud, uno se gana el cariño de los compañeros, pero sobre todo de los pacientes. Cuando jubilé muchos me preguntaban por qué me iba. Ya llegó mi momento, ahora hay que dar paso a las nuevas generaciones”.
