22 de noviembre de 2024

El asesino de Ámbar Cornejo, Hugo Bustamante, confesó en una entrevista haber matado a dos personas más a fines de los 90

PDI llega a la casa de Hugo Bustamante tras confesar doble asesinato cometido en 1996: Cuerpos estarían enterrados

Pasado el mediodía de este viernes, un equipo de la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI) llegó hasta la dirección domiciliaria de Covadonga 641, que corresponde a la casa de Hugo Bustamante en Villa Alemana.

Este lugar no solo fue el sitio donde se encontró el cuerpo de Ámbar Cornejo en 2020, sino que también podrían estar enterrados los cuerpos de dos personas asesinadas en 1996 por Bustamante, apodado el «Asesino del tambor», según una confesión reciente del propio sujeto en una investigación periodística.

Las dos personas que podrían estar enterradas en la vivienda son Elena Hinojosa y su hijo Eduardo Páez, cuyos paraderos han permanecido desconocidos durante casi 30 años. Preliminarmente, el organismo policial comunicó que «por petición de la Fiscalía local de Villa Alemana, personal especializado realiza diligencias de orden investigativo, por información y antecedentes aportados por Gendarmería y personal de prensa», haciendo referencia a las confesiones de Bustamante.

«Contamos con la orden de investigar que nos faculta para ingresar a este inmueble. Estamos esperando algunas herramientas para cortar la cadena en el acceso perimetral y poder entrar hasta el inmueble, revisar las superficies y ver diferentes puntos que son de interés investigativo», agregó el prefecto.

Sus dos asesinatos en 1996

Según cuenta Toro en una publicación de Ciper, ella le consultó si había cometido otros asesinatos antes del que protagonizó en 2005. La respuesta de Hugo fue tan misteriosa como siniestra: contestó que le tenía «un regalo» a la periodista.

Bustamante anduvo con rodeos antes de mencionar a sus dos víctimas en 1996. Mediante una carta, relató que «no sé si darle los nombres de las dos personas que desaparecieron y que hasta hoy no se han encontrado. Si le digo los nombres, podrá comprobar que no estoy inventando, la cosa es que las consecuencias que me traería entregarle esta información. Veremos cómo se darán las cosas y si la vuelvo a ver».

El mencionado «regalo» consistía en revelar que sus víctimas fueron Elena Hinojosa y su hijo Eduardo Páez, ambos desaparecidos desde hace casi 30 años.