Más de 240 mil millones de pesos habrían sido defraudados por 55 personas, quienes creaban empresas falsas para pagar menos impuestos.
El subdirector jurídico del Servicio de Impuestos Internos (SII), Marcelo Freyhoffer, detalló este viernes la forma de operar de los 55 empresarios que fueron detenidos por «el fraude tributario más grande de la historia».
En detalle, más de 240 mil millones de pesos habrían sido defraudados a través de la creación de empresas falsas para pagar menos impuestos.
De acuerdo con los antecedentes, se trata de una organización criminal compuesta por 7 clanes que operaban a lo largo del país y que hoy se encuentran bajo investigación por los delitos de fraude al fisco, asociación ilícita, fraude aduanero, delitos tributarios y lavado de activos.
«A partir de acciones de fiscalización del Servicio de Impuestos Internos en base a sus facultades, desde el 2016 se comenzó a detectar una serie de situaciones muy irregulares de defraudación en el ámbito tributario vinculado con una serie de empresas y que significaron para el Servicio de Impuestos Internos interponer 9 querellas (…) de un total de operaciones por 240 mil millones«, sostuvo Freyhoffer.
El subdirector jurídico detalló que el modus operandi de los empresarios se basa en la «creación de empresas con el solo objeto de defraudar al fisco, emitiendo boletas falsas y que son utilizadas por una serie de contribuyentes para pagar menos impuestos».
Al respecto, informó que más de 3 mil contribuyentes estarían vinculados a la emisión de boletas, de los cuales «los más importamtes por montos son los que detuvieron el día de ayer» y que este viernes pasarán a control de detención.
Cómo operaban los empresarios
Acorde con Marcelo Freyhoffer, estos empresaríos creaban empresas falsas para «aumentar el crédito fiscal y pagar menos impuestos e incluso tener obtener devoluciones fraudulentas».
Asimismo, detalló que el caso fue verificado en varias regiones y ciudades del país, destacando Arica, Talca, Puerto Montt y Santiago, y que todos los empresarios son chilenos, pero que ninguno de ellos es una «figura pública».
A su vez, el subdirector jurídico puntualizó que estas empresas falsas fingían distintos rubros, entre ellos, construcción y exportación de celulares para posteriormente obtener el IVA exportado.
Finalmente, desde el SII anticiparon que ya «hay acciones de cobro que el servicio ha desarrollado respecto de las irregularidades» y que, «si consideramos el monto del perjuico fiscal, los tipos penales comprometidos, las penas que hay que puedan llegar hasta 15 años, es el fraude tributario más grande de la historia».