Como parte de su compromiso en fomentar la investigación y la igualdad de género, la institución realizará por segundo año consecutivo el programa que ayuda a académicas a acceder a fondos de financiamiento externo competitivo.
De acuerdo a datos de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), del total de postulaciones a fondos de investigación, un 40,8% fueron presentadas por mujeres y un 59,2% por hombres. En cuanto al porcentaje de adjudicación de fondos, el 42% de los proyectos aceptados fueron liderados por mujeres.
Con el objetivo de reducir la brecha entre mujeres y hombres en investigación, la Universidad de Los Lagos llevó a cabo el programa Mentorías, el cual busca impulsar el desarrollo académico y disminuir las brechas de género en Investigación, Desarrollo, Innovación y Emprendimiento (I+D+i+e). En este programa, investigadoras que ya han accedido a fondos de financiamiento externos toman el rol de guías para aquellas que están desarrollando su postulación, ayudándolas así durante el proceso.
Esta iniciativa, financiada por INES Género Más Mujeres, Más Ciencia e Innovación, es una instancia de apoyo para la adjudicación de fondos de financiamiento externo competitivo, como FONDECYT y FONDEF. Su objetivo es que académicas que ya han obtenido financiamiento externo guíen a las académicas o equipos de trabajo interesados en postular a estos fondos en el año competitivo correspondiente. En este nuevo proceso, actualmente en desarrollo, las investigadoras o grupos de investigación pueden postular a proyectos internos y externos en I+D+i+e.
Quienes pueden postular al programa son investigadoras regulares de la ULagos que cuenten con el grado académico de Magíster o Doctor. Los mentores pueden ser hombres o mujeres y deben ser presentados por la investigadora y/o equipo de trabajo que quiera participar. Es importante que la persona que tome el rol de mentor o mentora sea referente en la disciplina y tenga una experiencia relevante en las áreas de conocimiento en las que se enmarca la investigación.
De esta manera, las Mentorías tienen una duración aproximada de tres meses, período en el que se debe redactar el proyecto de acuerdo a los requisitos y condiciones establecidas en cada fondo.
Claudia Castillo, directora del proyecto InES Género, se refirió a esta iniciativa y expresó que “las mentorías son una forma más de reforzar la presencia femenina en investigación y generar aún más colaboración entre investigadoras. Hay académicas, tanto de ULagos como de otras instituciones, que ya han pasado por los procesos de postulación con resultados positivos y que pueden transmitir esos conocimientos a sus colegas, y eso es algo sumamente importante y gratificante para la universidad”.
De los cinco proyectos que formaron parte de la primera convocatoria del proyecto Mentorías, todos fueron postulados a distintos fondos. De estos, dos fueron adjudicados.
Las investigadoras que formaron parte del proyecto en su primera versión, 2023, son: Carla Bittner con Patricia Águila como mentora, con el proyecto “Biosurfactantes con potencial uso biotecnológico desde la Patagonia norte de Chile”; Javiera Ulloa con Julieta Suárez como mentora, con el proyecto “Evaluación de la estrategia regional de transversalización del enfoque de género 2002-2022”; Nancy Alarcón con Wendolin Suárez como mentora, con el proyecto “Estudio de los equipos directivos de los liceos técnico-profesionales de la región de Los Lagos”; Romané Landaeta con María Angélica Illanes como mentora, con el proyecto “Construcción de la memoria reciente en el sur de Chile: Debates, tensiones y desafíos en el siglo XXI”; y Sandra Ríos con Paola Ballerino como mentora, con el proyecto “Plataforma de simulación y evaluación del riesgo económico-productivo para la gestión integrada de producción vitivinícola basado en IoT en la Cuenca del Llanquihue, Región de Los Lagos”.
Nancy Alarcón fue parte del proceso 2023 de Mentorías con la finalidad de obtener un fondo del IESED (Instituto Interuniversitario de Investigación Educativa). Bajo la guía de Wendolin Suárez, a quien conoce dado que ambas son parte del IESED, obtuvo un fondo que le permitió desarrollar el proyecto junto a otras colegas. “Me parece que las mentorías son importantes como instancia de aprendizaje y colaboración y, por supuesto, de transmisión de conocimiento y experiencia por parte de la mentora. Además, reforzó la amistad que tenemos, con quien hemos estado publicando juntas y colaborando en otros proyectos”, comentó Alarcón. La investigadora espera que su investigación sea publicada en revistas especializadas como WoS y Scopus.
Por su parte, la Ph.D. Carla Bittner Hofmann formó parte de las Mentorías bajo la guía de Patricia Águila, con quien coincidió durante el pregrado en la misma universidad. Sobre el proyecto cuenta que “la idea es que la mentora contara con experiencia en el área de conocimiento en el cual se enmarca el proyecto – biotecnología con microorganismos -, y que sea mujer externa a nuestra institución. Esto genera un abanico de escasas posibilidades, pues no somos muchas mujeres en investigación”. A esto, la investigadora agregó que las mentorías son “una muy buena estrategia que permite fortalecer las capacidades en materia investigativa, no solamente respecto a la adjudicación de proyectos o el aumento de la productividad científica, sino que tiene que ver también con generar redes. Eso es sumamente importante porque somos pocas las mujeres en ciencias. Por tanto, cobra mayor relevancia este tipo de estrategia”.
Actualmente, las Mentorías se encuentran en su segundo proceso de convocatorias, el que inició la primera semana de junio. Sobre esta segunda instancia, Claudia Castillo expresó que “como InES Género estamos muy contentos de realizar nuevamente el proyecto. Tuvimos buenos resultados en la primera convocatoria, los cinco proyectos fueron presentados y se fortalecieron los lazos entre investigadoras, que es algo muy importante para nosotras. Estamos ansiosas por ver cómo se desarrolla la convocatoria este semestre”.
Un proyecto que busca fomentar no solo la divulgación científica, sino que también el cooperativismo y la generación de redes entre investigadoras, potenciando así a las mujeres en investigación en la zona sur del país.
