Por Prof. Jaime Fontbona T.
Psicólogo y docente universitario.
Desgraciadamente, en los últimos dias hemos tenido dos incidentes graves en la capital Regional, lo más probable, relacionados con problemas de salud mental. El domingo recién pasado una persona se precipitó de una de las Torresdel Mall Costanera cayendo mortalmente a la vía pública. Este lunes un joven de 19 años intentó lanzarse del viaducto. Ambas situaciones aparecen motivadas por conducta suicida en dos de los Hotspots más conocidos de la ciudad.
Hotspots (o focos calientes en inglés) es el término que se utiliza para identificar escenarios urbanos donde más casos de suicidio o intentos de suicidio ocurren en un territorio. Si bien se han hecho avances en relación a la constante vigilancia estadística que realiza la SEREMI de Salud de estos lugares, este organismo no cuenta con presupuesto ni autoridad para mandatar intervenciones físicas que aumenten la seguridad del lugar. Esto es una pena, puesto que pese a lo que uno pudiese pensar, la evidencia muestra que son altamente efectivas en ganar tiempo para rescatar a personas que enfrentan una crisis suicida, normalmente desde la desesperación y ambivalencia.
Control de puertas y cámaras a distancia en azoteas, o rejas protectoras terminadas en rodillos giratorios que no permiten su escalamiento no parecen ser grandes inversiones comparadas con todo lo que perdemos amigos, familiares y la sociedad entera cuando un joven se suicida. Sin embargo, es algo privativo mientras las autoridades centrales no entiendan la importancia de este tipo de prevención.
Solo nos queda hacer un llamado a directivos de empresas como el Mall o viaducto, que motivados por un espíritu más allá de lo económico, puedan construir una alianza junto al interés ciudadano y la autoridad sanitaria local para proteger a quienes viven hoy problemas de salud mental.