23 de noviembre de 2024

PDI y Gendarmería desbaratan dos organizaciones criminales que abastecían de droga a privados de libertad

La “Operación Lanzadores permitió desarticular dos estructuras criminales compuestas por 47 individuos, 20 de los cuales permanecen recluidos al interior de la cárcel de Puerto Montt. Esta investigación, primera en su tipo en el país, se prolongó por más de 6 meses.

En un inédito operativo conjunto entre la Policía de Investigaciones y Gendarmería de Chile, el cual contó con la participación de más de 200 funcionarios de ambas instituciones, se desarticularon dos organizaciones criminales compuestas por 47 personas, quienes son indagados por los delitos de asociación ilícita, tráfico de drogas e ingreso de elementos prohibidos al interior de centros penitenciarios.

El modo de operar de las organizaciones consistía en el lanzamiento (pelotazos) de sustancias ilícitas (cocaína base, cannabis y ketamina principalmente) hacia el interior de la cárcel, ello previa coordinación entre los imputados, con el fin de abastecer de droga a privados de libertad recluidos en la cárcel de Puerto Montt. Junto con ello también se ingresaban, mediante diversas técnicas, teléfonos celulares.

Tras más de seis meses de investigación en conjunto con el Ministerio Público, la madrugada de este miércoles detectives realizaron allanamientos masivos en 21 domicilios de la Provincia de Llanquihue, en las comunas de Puerto Montt, Puerto Varas y Llanquihue, además de una vivienda de Viña del Mar y en Río Bueno. De manera simultánea, gendarmes allanaron 20 celdas del Complejo Penitenciario de Puerto Montt y una celda del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Curicó.

Dicho procedimiento permitió detener en total a 21 personas, 17 de las cuales están involucradas en la red indagada. Se trata de los líderes de las dos organizaciones criminales, sus brazos operativos, proveedores de droga, lanzadores de las sustancias ilícitas y mujeres que trabajaban como “burreras”, quienes eran designadas para ingresar diversos tipos de droga y celulares en periodos de visita. 

Mediante la Operación Lanzadores, detectives incautaron más de 3 kilos de droga, entre cocaína base, clorhidrato de cocaína, cannabis sativa y ketamina, además de 22 plantas de marihuana y más de 60 comprimidos de Clonazepam.

Junto con ello se incautaron 6 vehículos, dinero en efectivo, balanzas digitales, más de 80 celulares, tarjetas SIM, 104 teléfonos incompletos, baterías y cables USB.

Por su parte, Gendarmería incautó 19 teléfonos celulares, 28 armas blancas artesanales, 330 mil pesos en dinero en efectivo, 10,6 gramos de cannabis sativa y 0,69 gramos de ketamina.

Pelotazos: el inicio de la investigación

La investigación, primera en el país de esta envergadura, comenzó a gestarse en julio del año 2023 por parte de la PDI tras diligencias realizadas por la Brigada Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado de Puerto Montt por tráfico de drogas. Sin embargo, desde Gendarmería también se alertó de manera paralela al Ministerio Público por la introducción de droga en el recinto penitenciario de Alto Bonito a través de lanzamientos desde el exterior. Un fenómeno que había comenzado a ganar protagonismo con la pandemia de Covid-19, pero que en el último tiempo registró alarmantes niveles de aumento.

Es así como se inicia un trabajo en conjunto entre ambas instituciones y el fiscal jefe del Sistema de Análisis Criminal y Focos Investigativos (Sacfi), Rodrigo Oyarzún, contando además con el apoyo de personal especializado de Gendarmería para perfilar a la organización al interior de la cárcel y establecer los distintos roles que cumplían sus integrantes.

Modo de operar

Las organizaciones contrataban personas para “lanzar” la droga hacia la cárcel de Puerto Montt, utilizando para ello distintas técnicas y elementos, tal como hilos de pescar, o bien, resorteras u hondas. En tanto, al interior del recinto existía un coordinador e internos que recogían los pelotazos (“pescadores”), quienes eran los encargados de recepcionar los paquetes y distribuirlos. Por otro lado, se contrataban mujeres para que ingresaran sustancias ilícitas en los horarios de visita.

Se trata de un delito altamente lucrativo para estas estructuras criminales, dado que la venta de droga y teléfonos incrementa considerablemente su valor al interior de los recintos penitenciarios.