Pese a presentación de inquietud ciudadana hecha por el alcalde Cárdenas, nueva detención del sujeto ayer, declaración de probables víctimas y temor, organismo persecutor desestimó existencia de delito. ¿Acaso, la autoridad del Ministerio Público, no pondera, que al menos, el hombre acusado altera de forma reiterada el orden público, lo que sí es una figura penal? Orden judicial, debiera determinar peritaje respecto a su salud mental, como primer paso para normalizar la tranquilidad vecinal.
En libertad, luego de haber permanecido retenido hasta anoche en la unidad policial fresiana, se encuentra el sujeto que ha sido acusado pública y reiteradamente por vecinas de la ciudad, de presunto acoso. Pasadas las 21 horas, por orden del fiscal, fue enviado a su domicilio al no existir pruebas concretas en su contra, en más directa relación a este eventual ilícito.
Tampoco denuncias que digan relación a acciones de connotación sexual, flagrancia u otros hechos constitutivos de delito, según lo estipula la ley, aunque, cabe consignar, la actitud de la persona en cuestión, -de seguir a niñas y jóvenes mujeres, preferentemente, según se ha indicado profusamente-, por ser reiterada ha causado la lógica alarma en un sector de la población local, lo que incluso ya está en conocimiento del alcalde, Miguel Cárdenas, quien, se supo, habría admitido la reclamación para que siga el curso formal ante los niveles policiales y judiciales, de corresponder, lo que debe ser decidido en primera instancia por el Ministerio Público.
Cabe consignar que el acusado, enfatizamos, sin que haya causa de formalización, fue primero retenido para control de identidad en la Tenencia de Fresia, donde el jefe de la unidad en conocimiento de la situación pública, ordenó que se mantuviera en esa dependencia a la espera de una denuncia formal. Al no haberla, el hombre fue liberado. Mantenerlo por espacio de tiempo superior al que indica la norma legal, se habría transformado en una detención arbitraria, con las correspondientes sanciones que el personal uniformado debiera recibir en el caso de ocurrir una situación de este tipo.
En tanto, el lunes recién pasado, el alcalde, Miguel Cárdenas, recibió de parte de Francisca Ojeda, la carta declaración de los hechos y correspondiente denuncia de los mismos. El teniente Carlos Moya, confirmó a FRESIAAHORA, que el jefe comunal le ofició para poner en su conocimiento este hecho. Moya puso hizo lo propio ante la Fiscalía, remitiendo el documento oficial emanado de la Alcaldía.
En paralelo, el teniente, inició acciones para ubicar a posibles denunciantes para que ratifiquen lo expuesto en redes sociales y, especialmente si habían sido víctimas de acoso físico o verbal de connotación sexual, con riesgo para la integridad corporal o moral de las personas.
En tanto, ayer el sujeto fue nuevamente detenido por personal de Carabineros por encontrarse en estado de ebriedad en la vía pública. La situación fue notificada por la jefatura policial a la Fiscalía de Puerto Varas, considerando la posibilidad de una denuncia en su contra por la figura de acoso. Por la noche, Francisca Ojeda (quien oportunamente entregó su testimonio a través de FRESIA AHORA), concurrió al cuartel, hizo su declaración, la que expuesta a la Fiscalía, ésta habría encontrado que no resulta suficiente para la configuración del delito, lo que obligó a Carabineros, por orden del órgano persecutor, la liberación del individuo.
PROBLEMA LATENTE
El curso de los acontecimientos, que incluye reacción de la máxima autoridad comunal y policial, que en sus respectivos roles intentaron esta semana resolver esta inquietud ciudadana, cada vez mayor, en definitiva quedó a criterio de la Fiscalía, por lo que el caso seguirá vigente de no mediar otro tipo de resolución y con ello la indignación vecinal, cada vez más creciente.
Pero, no parece suficiente.
Nadie asegura que esta persona en libertad, en posible futuro estado de ebriedad y con probables otros problemas de salud mental, cometa acciones reñidas, al menos con la moral y las buenas costumbres, para señalar con cierto grado de eufemismo los hechos denunciados por el público.
¿Por qué la Fiscalía, no consideró el oficio del alcalde a la Tenencia de Fresia, en poder de esta desde este miércoles, como “un hecho de la causa”?
Si bien el jefe comunal sólo puede poner en conocimiento de la policía esta situación, pedir algún tipo de acción (de la que no se ha informado públicamente), se hace parte de un clamor ciudadano; ¿Por qué, la Fiscalía no tomó en su debida consideración el “téngase presente” que a modo de denuncia hizo el propio jefe de la unidad policial al persecutor de turno?
Si bien, para la Fiscalía, las denuncias y reclamos no son constitutivos de delito (acoso reiterado), si está más que claro que hay inquietud o alarma al menos en una parte de la población que, incluso, ya se estaría organizando para exigir acciones policiales y judiciales concretas.
Se está en presencia no sólo de un presunto delito como el señalado, sino que de alteración al orden público, con riesgo para la seguridad ciudadana, lo que sí es una figura de delito y persecución penal, más si esta percepción está avalada por la máxima autoridad comunal, la que podría actuar, en el caso, por ejemplo, que un peritaje demuestre un estado de salud mental deficiente del sujeto y, previa detención a cargo de la policía, se ordene como medida cautelar que sea tratado por Salud Municipal u otro organismo especializado.
El alcalde hizo lo que la gente le pidió y eso se valora. La policía ha sido proactiva respecto al caso, en los últimos días, lo que también hay que reconocer. La Fiscalía, decidió esperar… ¿qué?
No se está pidiendo lapidar a esta persona sino que, neutralizar su acción reiterada de acoso, cuya adjetivación popular, no es suficiente para que actúe la justicia, según se puede deducir de lo obrado hasta el momento.