Durante las festividades de fin de año aumenta el consumo de carnes y embutidos, por lo que la Seremi de Salud, a través de la Unidad de Alimentos -de acuerdo a la reglamentación vigente- refuerza sus fiscalizaciones durante este periodo en instalaciones como supermercados y carnicerías, con la finalidad de evitar las enfermedades transmitidas por los alimentos y que aquellos productos que no cumplen con la normativa lleguen al consumidor.
En este contexto, dentro de las fiscalizaciones realizadas a la fecha en la Región de Los Lagos, se han cursado 5 sumarios sanitarios por condiciones sanitarias de los locales de venta y productos cárnicos vencidos y se han decomisado 426 kilos de productos vencidos y que no acreditan trazabilidad.
La seremi de Salud de la Región de Los Lagos, Karin Solís, hizo un llamado a los propietarios y encargados de locales de venta de este tipo de productos “para que puedan siempre implementar procesos de manufactura segura para poder otorgar seguridad a nuestra población”. Además recalcó que “estamos revisando y garantizando a las personas que estos productos cárnicos puedan ser consumidos con seguridad”.
La autoridad de salud también entregó algunas recomendaciones a la ciudadanía para una compra segura como por ejemplo, al llegar a los lugares de venta “las personas deben observar la presentación personal e higiene de las personas que entregan los productos, así como las superficies y condiciones generales de los locales”.
En relación a los productos cárnicos, la seremi explico que “se debe observar en la rotulación que tenga el etiquetado nutricional, fecha de vencimiento y el número de registro de la resolución sanitaria. En cuanto al aspecto general del producto, debe ser una carne firme, y fijarse en el color, aspecto y olor, ya que no puede ser en ningún caso una carne pegajosa, ni tener color oscuro, negruzco o verde, lo cual puede indicar que el producto no está vigente y está en malas condiciones para ser consumido”.
En el hogar es importante es lavado frecuente de manos para la manipulación de alimentos, cocer bien los alimentos, evitar la contaminación cruzada en su refrigerador, y mantener una temperatura óptima de refrigeración entre 5ºC y 6ºC, para conservar la cadena de frío, la textura, y los olores.
Otro punto a destacar, es que las carnes faenadas y comercializadas de forma clandestina no aseguran su inocuidad, lo que significa innumerables riesgos para la salud de los consumidores, ya que se desconoce el estado sanitario del animal, o si el animal estaba bajo algún tratamiento veterinario que restringe la posibilidad de consumo de su carne.