El Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC) alertó de la situación, señalando que «existe un riesgo potencial de transmisión de personas a animales».
La Unión Europea llamó a poner en cuarentena a las mascotas de las personas contagiadas con la «viruela del mono» y sus contactos estrechos, con la finalidad de evitar de que la enfermedad se vuelva endémica.
Según indicó el Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC), el brote de la viruela ya afecta a más de un centenar de personas, entre casos confirmados y sospechosos, en una decena de países. Y por ello el organismo explicó que «existe un riesgo potencial de transmisión de personas a animales, por lo que es necesaria una estrecha colaboración entre las autoridades sanitarias y veterinarias, trabajando desde una perspectiva de salud global para atender a las mascotas expuestas”.
Además, se detalló que el mayor riesgo se produce con los roedores domésticos, como hamsters. Pese a que es poco probable, sostuvo el ECDC, «puede provocar que el virus se establezca en la fauna silvestre europea y convertir la ‘viruela del mono’ en una enfermedad zoonótica endémica”. Esto, puesto que en África los roedores son un destacado reservorio del virus.
En este escenario, detalló El País, la organización recomendó adoptar todas las medidas para que las mascotas mamíferas que hayan estado con los casos positivos y sus contactos estrechos «cumplan cuarentena y sean sometidas a pruebas».
“Los roedores idealmente deberían ser aislados en espacios vigilado» con control de flujo de aire y que aseguren su bienestar, como laboratorios, espacios gubernamentales, perreras o dependencias de ONGs que cuiden animales. En aquellos sitios, expresó el ECDC, los animales deben ser sometidos a test PCR antes del fin de la cuarentena, de forma que “la eutanasia solo debería contemplarse cuando no sea posible” aplicar dichas medidas.
En tanto, otras especies de mamíferos «pueden pasar la cuarentena en casa si las condiciones de bienestar lo permiten (como ambientes con salida al exterior en espacios cercados y el acceso a servicios veterinarios), evitando contacto con visitas de terceras personas y salida de los animales fuera de los domicilios y espacios acotados.